Segundo Player

Por Mauricio Aravena Z.

Al contrario de todos los fanáticos de las consolas, a mí siempre me gustó ser el segundo player. Porque claro, según el resto de la gente es mucho más sencillo ganar con el primero: se pueden hacer mejores combinaciones y puedes activar las password de los juegos, lo cual resulta mucho más tentador. Eso si, entendamos también que yo crecí con la Super Nes y no con la Play ni la Xbox. Yo cambiaba juegos con mis amigos y no los compraba en la feria por luca. Yo sabia lo exigente que era darse vuelta, en un comienzo, el Mario World. Yo jugaba el Internacional Super Star Soccer deluxe o en su defecto el Campeonato argentino o Ronaldo -eran exactamente lo mismo pero con otro nombres y con los equipos chilenos, tremenda novedad- . Y claro, lo hacía con el control dos. Ese que siempre estaba nuevo e impecable porque nadie lo ocupaba excepto por mí. Lentamente me empezaron a odiar, me trataron de segundón con suerte, de perdedor con buena racha, pero no me importó porque igual yo les gané. Me daba exactamente lo mismo ser el lúser del grupo por jugar con el player two. Hasta que un extraño día de verano cometí un tremento error: jugué con el player uán. Me sentí ganador precipitádamente, todo por estar compitiendo ante una mujer en un local de "videos" ubicado en la plaza de Yumbel. Pero perdí. Gasté quinientos pesos en continues tratando de vencerla y no pude. Fue un bochorno que nunca olvidé hasta el día de hoy, en donde ya no juego con consolas. Estoy retirado de las pistas y no pienso volver. Prefiero vivir en la clandestinidad y mantener por siempre el trofeo de ser ganador siendo para los demás un pobre perdedor.